“Estudiaban el agua de mi casa también. Las tomaban en botellas y se las llevaban a estudiar. Solo una vez nos dieron los resultados y debo dar las gracias al doctor que me los dio porque me llamó a ladito para dármelos. Dijo, ‘le salieron un nivel más alto que la norma en plomo, arsénico, alumino y cobre’. Me subrayaron plomo”, explica Elda León, habitante de Banámichi, durante la primera reunión con Semarnat y Profepa el 22 de octubre de 2019.